La Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong (SFC, por sus siglas en inglés) ha decidido vetar durante un año al helvético UBS como asesor en las salidas a Bolsa en el parqué de esta región china.
En un comunicado, la CNMV hongkonesa ha explicado que la entidad financiera «no cumplió» con sus obligaciones durante los procesos de salida a Bolsa de China Forestry, Tianhe Chemicals y otra empresa que no ha sido nombrada. Por todo ello, el regulador también ha impuesto al banco una multa de 375 millones de dólares de Hong Kong (42,3 millones de euros).
La SFC ha explicado que UBS no realizó ninguna inspección sobre el terreno a China Forestry, una firma que gestiona plantaciones y bosques, pese a que en el prospecto del debut en el parqué así se aseguraba. Asimismo, los reguladores han subrayado que el banco suizo tampoco revisó el estado legal de los bosques que eran propiedad de la empresa asiática, a pesar de que aseguró que sí lo había hecho.
UBS tampoco comprobó de forma independiente si los activos de China Forestry estaban asegurados y se fio de la documentación remitida por la empresa.
Con respecto al proceso de Tianhe Chemicals, la SFC ha apostillado que el banco no realizó las comprobaciones adecuadas sobre la identidad de los clientes de la firma que entrevistó, así como que algunas preguntas realizadas en dichos procesos no eran «claras».
«El resultado de estas acciones (…) indica la importancia crucial que la SFC otorga a los altos estándares de la conducta de los asesores para proteger al público inversor y mantener la integridad y la reputación de los mercados financieros de Hong Kong», ha afirmado la consejera delegada de la CNMV de la región china, Ashley Alder.
La SFC también ha impuesto una multa de 224 millones de dólares de Hong Kong (25,2 millones de euros) a Morgan Stanley Asia, que fue una de las entidades que participó en el proceso de salida a Bolsa de Tianhe. El regulador ha acusado a la filial del banco estadounidense de cometer los mismos errores que UBS.
Asimismo, Merrill Lynch Far East ha sido sancionado con de 128 millones de dólares de Hong Kong (14,4 millones de euros), y el británico Standard Chartered con 59,7 millones de dólares de Hong Kong (6,7 millones de euros).