BBVA Chile, la filial de BBVA en el país sudamericano, ha recortado hasta el 1,8% su previsión de crecimiento para este año, dos décimas menos que lo proyectado en noviembre pasado, debido al deterioro del escenario externo y a la debilidad de la inversión y la demanda interna.
Jorge Selaive, economista jefe de la entidad, dijo que la desaceleración económica se agudizará este 2016 y mejorará en 2017, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se expanda un 2,5 %.
Durante la presentación del informe correspondiente al primer trimestre del año, BBVA no descarta la posibilidad de que la economía de Chile no crezca este año, un escenario poco probable que podría hacerse realidad si la previsión de crecimiento de China se reduce del 6,2 al 4,8 %.
El 1,8 % que prevé BBVA se encuentra por debajo de la estimación del Banco Central de Chile, que fluctúa entre un 2,0 % y un 2,5 %, aunque el emisor advirtió que existe un sesgo a la baja y Selaide consideró que en los próximos meses se reducirán las expectativas.
Uno de los principales factores de la desaceleración chilena es la caída del precio del cobre, el principal producto de exportación, que según el banco promediará este año a 2,70 dólares (2,38 euros) la libra, aunque un retroceso mayor del precio provocaría un impacto directo en el PIB.
La inflación que cerró el 2015 con un 4,4 %, subirá con fuerza en los primeros meses de este año pero se moderará más adelante para finalizar el 2016 con un 3,7 %, según las previsiones del BBVA.
La inversión crecerá solo un 1,0 % este año, una tasa que, según BBVA, puede ser inferior si el precio del cobre retrocede más de lo previsto.
El déficit fiscal alcanzará el 3,3 % del PIB, y el déficit de cuenta corriente será del 1,3 % del PIB, según las previsiones de BBVA Chile.