DBRS Morningstar ha mejorado las perspectivas de solvencia del Grupo Cooperativo Cajamar, de ‘estable’ a ‘positiva’ y ha confirmado su rating en el ‘BBB (bajo)’ para la emisión a largo plazo y en el ‘R-2 (medio)’ para el corto plazo.
La calificadora de riesgos ha explicado que el cambio obedece a la «mejora considerable» de la rentabilidad durante los últimos trimestres y al «adecuado posicionamiento» de la entidad para mantener dicha dinámica gracias a unos tipos más altos que antes de 2022, al crecimiento del crédito, a la contención de los gastos operativos y a la normalización del coste del riesgo tras el «importante» saneamiento de los balances que está llevando a cabo, especialmente desde 2021.
DBRS ha estimado que las pérdidas provocadas por las inundaciones en Valencia serán «modestas y manejables». Además, el «continuo progreso» a la hora de reducir los préstamos de cobro dudoso (NPAs), el mantenimiento de unas ratios de cobertura «robustas» y la ampliación de los colchones anticrisis por encima de los requisitos regulatorios jugarían a favor de Cajamar.
Una mejora de las calificaciones crediticias exigiría que Cajamar mantuviera el historial de mejora de la rentabilidad a la par que su perfil de riesgo y niveles de capital. Sin embargo, dadas las perspectivas ‘positivas’, es «improbable» una rebaja de la calificación.
DBRS ha apuntado a que la tendencia podría volver a ser ‘estable’ si la rentabilidad y la calidad de los activos se deterioran «sustancialmente».