Basado en que el crecimiento de la masa monetaria M1 en la zona euro fue del 11,8% en junio, el Deustche Bank sugiere que, de continuar ese ritmo, el crecimiento del PIB alcanzaría el 4%.
Los analistas de la entidad sostienen que, sin embargo, al analizar el impacto en las empresas que no pertenecen al sector financiero, “las ramificaciones para el crecimiento económico son positivas, pero menos extremas”. Fundamentan que “la liquidez corporativa no es un reflejo de un aumento de la rentabilidad”.
Asimismo, han comentado que “no hay evidencias de un desapalancamiento por parte de las empresas no financieras y que la recuperación en la inversión empresarial es desigual. Más bien, la liquidez empresarial ha aumentado por las limitaciones de financiación y un crecimiento y una inflación más débiles. Aunque estos factores están revirtiendo, por lo que la liquidez corporativa podría volver a usos más productivos”.
La entidad financiera alemana ha destacado que “el Banco Central Europeo (BCE) ha creado liquidez para las corporaciones, pero hacer que las empresas inviertan y creen empleo es otra cuestión. El BCE acierta cuando dice que la política monetaria tiene sus límites. Hacen falta reformas estructurales para crear un entorno propicio para las empresas”.
Para el segundo semestre de este año, la previsión de Deutsche Bank para el PIB de la zona euro es un incremento cercano al 0,4%. También esperan un crecimiento positivo en todos los países del grupo, exceptuando Grecia y Finlandia.