El departamento de Investigación de Bienes Mercantiles de Citibank asegura que a principios de 2015 Estados Unidos y México podrían intercambiar unos 200.000 barriles diarios de petróleo crudo ligero por crudo pesado.
Estados Unidos cuenta con una producción de crudo ligero, pero muchas de sus refinerías ubicadas en la Costa del Golfo de México están diseñadas para procesar crudo pesado. Por su parte, México produce en su mayoría crudo pesado, mientras sus refinerías están diseñadas para procesar crudo ligero de bajo contenido sulfuroso.
El reporte de Citibank “Energía 2020: Fuera de América, el rápido ascenso de Estados Unidos como una superpotencia energética global” señala que “hay un buen ajuste entre el crudo pesado que México exporta a Estados Unidos en comparación con el crudo ligero que podría ser enviado a cambio a México. Las refinerías mexicanas se beneficiarían de ejecutar el crudo ligero y dulce para mejorar los rendimientos de productos ligeros, y las refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos podrían continuar procesando su crudo preferido de aceite más pesado, más agrio”.
Los analistas de la entidad bancaria pronostican que Estados Unidos podría autorizar las exportaciones de crudo a México, como lo hace actualmente con Canadá, ante las presiones generadas por el incremento en la producción.
Las exportaciones de petróleo a México serían, inicialmente, en forma de intercambio de crudo, con los crudos ligeros producidos por Estados Unidos a cambio de los crudos amargos, pesados producidos en México.
En el mes de marzo de este año, Adam Sieminski, el Director de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, había adelantado las intenciones de proponer a México el intercambio de crudo ligero dulce por crudo pesado, bajo las previsiones del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).