Analistas Financieros Internacionales (AFI), que está participando en algunos procesos de venta de activos de las entidades, estima que la necesidad de reducción de balance del sistema bancario español se sitúa en torno a 350.000 millones de euros, en un ajuste derivado de la reestructuración del sector.
Esta cifra representa el 10% del balance total de todo el sector y supone el 35% del PIB español. Este gran volumen de activos, muchos de los cuales son susceptibles de ser vendidos, ha despertado el interés de los inversores internacionales, que han desembarcado en España «en un gran número durante los últimos meses», destaca AFI en un comunicado.
Los 350.000 millones que se reducirán de los balances se concentran en los activos traspasados a la Sareb, el conocido como ‘banco malo‘, en los compromisos adquiridos por las entidades del Grupo 1 y 2 como consecuencia de sus planes de restructuración, y, finalmente, en las tareas de reducción de balance que están realizando las entidades más saneadas.
La mayor concentración de estos activos está en la Sareb, donde se encuentran aparcados aproximadamente 50.000 millones de euros. A esta cifra habría que sumar los compromisos asumidos por las entidades del Grupo 1 y Grupo 2 con Bruselas, en sus planes de restructuración, en los que se fijan objetivos de reducción significativa de balances, especialmente ligados a negocios no tradicionales, que se cifra en torno a los 95.000 millones.
Adicionalmente, es necesario recalcar que el resto de las entidades (Grupo 0, Grupo 3 y cooperativas de crédito) no son indiferentes al proceso de desapalancamiento, ya que también están realizando acciones encaminadas a reducir los aproximadamente 205.000 millones de activos improductivos (morosos y adjudicados) que mantienen en balance. En esta cifra no se incluyen activos fallidos.
En este contexto, AFI concreta que no sólo las entidades grandes, o con compromisos ante Bruselas, son las que están inmersas en este proceso de venta de activos a los inversores, sino que otras entidades tradicionalmente «menos activas» también se han incorporado al mismo en respuesta al interés inversor.
Los expertos de AFI aseguran que si sólo se reduce el volumen de activos no productivos en los balances bancarios, el sector de la banca minorista en España podrá completar su saneamiento y entrar en «una nueva fase de negocio».