Deutsche Bank prevé una inflación del 6% de media para las economías desarrolladas en los primeros meses de 2022, y cree que irá disminuyendo «más lentamente de lo previsto» en la medida en que avance el año.
David Folkerts-Landau, economista jefe de Deutsche Bank, ha señalado en un informe que si la inflación no retrocede obligará a los bancos centrales a poner en marcha una posición más agresiva, lo que podría traer como consecuencia una reacción negativa en los mercados financieros y una posible recesión económica.
Aunque es muy probable que los precios se moderen en los próximos dos años, existen una serie de factores estructurales debido a la descarbonización, entre otros, que van a mantener la tasa de inflación más alta de la registrada antes de la pandemia del coronavirus.
La inflación supone el riesgo más importante para la economía de los señalados por Deutsche Bank, seguido de la persistencia del coronavirus y la disrupción de las cadenas de suministros.
Desde la entidad financiera alemana creen que las presiones de la oferta se prolongarán al menos hasta el segundo semestre del año que viene, cuando empezará a desaparecer de forma gradual.
En relación a la política monetaria, el banco prevé cuatro subidas de tipos este año y otras tres en 2023 en el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), mientras que considera improbable que el Banco Central Europeo (BCE) suba los tipos antes del año que viene.
Los expertos de Deutsche Bank estiman que el bono alemán a diez años se elevará hasta el 0,25% este año, si bien llegará a tocar el 0,3% en el segundo trimestre del año.
Por otro lado, los analistas de la entidad alemana han señalado que el bono estadounidense cerrará este año en el 2,2%, si bien en el segundo trimestre llegará a alcanzar el 2,4%.