La Fundación BBVA ha definido ocho pasos necesarios para que España consiga salir definitivamente de la crisis económica que arrastra desde 2008, tal y como aparece en el informe ‘Crecimiento y competitividad 2013’, que ha elaborado junto al Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas).
Así, cree que existen dos grandes objetivos para que España pueda competir en el mundo actual y alcanzar una etapa de desarrollo duradero: «Promover una competitividad avanzada y duradera, e impulsar un crecimiento generador de empleo e incluyente».
A corto plazo, este documento considera clave cambiar la atmósfera de desconfianza interna e intensificar el crecimiento y volver a crear empleo. Éstos son los pasos precisos identificados por la Fundación BBVA:
1) «Cambio del patrón de inversión, para basar mucho más la acumulación de capital en los activos intangibles; información digitalizada, innovación y competencias económicas que potencien la imagen de marca, mejoras en la gestión, en la organización del trabajo y formación».
2) «Aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen la fragmentación de las cadenas de suministros y la internacionalización».
3) «Atraer inversión extranjera, poniendo en valor sus ventajas competitivas ante las estrategias de deslocalización de empresas foráneas».
4) «Abordar cambios en la estructura, dirección y gestión de muchas empresas, en especial de las más pequeñas».
5) «Mejorar la competitividad es el aumento de la productividad del trabajo y la formación de los trabajadores».
6) «Absorber una gran bolsa de parados con escasa formación, pues la exclusión laboral está siendo un factor clave del mayor riesgo de pobreza».
7) «Garantizar el acceso a servicios públicos fundamentales como la educación y la salud, claves para igualar las oportunidades de los grupos sociales más amenazados por la pobreza».
8) «Hacer eficientes los servicios públicos, como ponen de manifiesto las actuales dificultades financieras».
Para alcanzar estos ocho objetivos, el informe de la Fundación BBVA y el Ivie señala una serie de medidas: potenciar la inversión en intangibles, promover la formación continua para empresarios, implementar la formación empresarial para titulados superiores, continuar el proceso de apertura al exterior de las compañías españolas y fomentar sus exportaciones, seguir buscando la inversión extranjera, y por último, avanzar en la reforma fiscal y la lucha contra el fraude.