El Banco Sabadell ha iniciado de forma oficial sus operaciones en México, un país que el presidente de la entidad, Josep Oliu, calificó de «asignatura pendiente» y del que espera se convierta en el «cuarto pilar de desarrollo» de la entidad con un proyecto de banca moderno e innovador.
«En el momento de pensar en la internacionalización, México siempre había sido el primer país», dijo Oliu en un acto celebrado en la Ciudad de México, donde identificó a la nación latinoamericana como este nuevo eje de crecimiento para el banco.
Agregó que con México les une una cultura y un entorno bancarios parecidos, y a ello se añade una seguridad jurídica y una estabilidad macroeconómica que da confianza.
De hecho, no prevé grandes riesgos en torno a este proyecto «de largo plazo» en México, que, eso sí, se verá condicionado por el «dinamismo de la economía» y del propio proyecto de la entidad.
Oliu expresó su esperanza en que en unos años México represente al menos el 5 % del total de la actividad de Sabadell, el cuarto banco español por beneficios, la misma proporción que ocupa hoy Estados Unidos.
«México es un país de gran futuro, poco bancarizado y con bancos muy concentrados», afirmó el ejecutivo, al desear que la entidad que preside logré hacerse un hueco en el país, empezando por las empresas para luego adentrarse en particulares.
En cifras, este objetivo ha implicado una inversión hasta la fecha de 1.300 millones de dólares en banca corporativa, un dato que esperan doblar a medio plazo, agregó.
Además, hay un objetivo de colocación de crédito de unos 71.000 millones de pesos (3.980 millones de dólares) a 2020, explicó el director general de la entidad en México, Francesc Noguera. Y ello se logrará con un «mix de crédito corporativo, a empresas y a personas físicas», subrayó.
El proyecto es ambicioso e innovador, pues tras empezar este año con la banca de empresas prevé entrar en el sector de particulares en 2017, y desde una óptica digital.
«El modelo que vamos a ofrecer no es el clásico, sino que vamos a implementar sinergias (…) para que la relación con el cliente se realice con iPad y desde el teléfono», afirmó el presidente de la entidad catalana.
De hecho, actualmente trabaja sólo con cuatro oficinas físicas, tres en la capital mexicana y una en Monterrey, y este año abrirá una en Cancún y otra en Guadalajara.
Incluso se puede entender México como un país piloto, pues Josep Oliu dijo que los procesos y tecnologías que tratarán de aplicar en este país esperaran «implementarlos» posteriormente en Reino Unido y, sobre todo, España.
Sobre ello abundó Jaime Guardiola, consejero delegado de la entidad, quien calificó el lanzamiento en México de «una aventura» que comienza «de cero» e «ilusiona» porque «permite hacer las cosas como nosotros querríamos hacer» y buscar la creación de «un banco ideal».
Con estas premisas, aterrizó formalmente el Banco Sabadell en México, si bien su relación con esta potente nación latinoamericana viene de lejos, pues llevaba años allanando el terreno.
El Banco Sabadell está presente en México desde 1991 con una oficina de representación en la capital y ha operado en el país -aunque indirectamente- durante 15 años mediante su participación del 20 % en Banco del Bajío.
En 2014 llegó al país con una sociedad financiera de objeto múltiple y un año más tarde obtuvo la licencia para operar como banco comercial en México.
Ese mismo año abrió oficinas de representación en Colombia y Perú, otras naciones latinoamericanas en las que la entidad catalana, fundada el 1881 en Sabadell, tiene enfocados también sus planes de expansión.
Sabadell cuenta con 2.874 oficinas, más de 26.000 empleados y una cartera de 11,4 millones de clientes.
Cerró 2015 con un beneficio neto de 708,4 millones de euros, un 90,6 % más que el año anterior, impulsado por la aportación del banco británico TSB Banking Group.
El primer trimestre de 2016 lo cerró con 252 millones de euros de beneficio neto.