BNP Paribas ha sido elegido por el FROB para analizar a NGB antes de su venta, por lo que se embolsará al menos 700.000 euros, según ha comunicado el FROB. Sin embargo, aún no se ha decidido qué banco de inversión examinará a Catalunya Banc.
Además, con su elección, el FROB abre la puerta a que BNP Paribas ingrese hasta un millón de euros si también participa en la venta del grupo gallego. La misma suerte correrá el banco de inversión al que se le encargue el análisis de Catalunya Banc.
A principios de mes, desde el FROB aseguraban que el nombre de los dos bancos de inversión se daría a conocer en cuestión de días o a principios de esta semana.
Sin embargo, tras el estudio de las ofertas recibidas por parte de la banca de inversión, el FROB sólo ha sido capaz de adjudicar «el contrato de análisis y eventual venta» de NGB a BNP Paribas.
El FROB hizo pública la elección ayer a través de su página web, pero no ha sido hasta hoy cuando el organismo lo ha comunicado en una nota de prensa.
Según explicó una fuente del FROB era necesario contratar dos bancos de inversión, uno para Novagalicia y otro para Catalunya Banc, con el fin de que identifiquen los componentes del balance que más puedan preocupar a un comprador.
De esa forma, y si luego se confirma el interés por parte de algún comprador, «se podría abrir el proceso formal de venta» que llegaría antes para el grupo gallego que para el catalán.
Pero desde el FROB trasladaron que no será hasta que no haya terminado el análisis de las dos entidades cuando se tome la decisión de si lo mejor es venderlas.
Lo que está claro es que «no puede haber un proceso fallido de subasta», como ya sucedió en dos ocasiones con Catalunya Banc, y en el caso de Novagalicia, confían en que se pueda vender en septiembre u octubre.
Cuando se opte por venderlas se establecerán las condiciones exactas del proceso, lo que abre la puerta a que se incluyan, por ejemplo, medidas de apoyo a los compradores como esquemas de protección de activos o por los activos fiscales diferidos.
Una reivindicación histórica de la gran banca que chocaba hasta hace muy poco con las tesis del Gobierno, que defendía que ese tipo de esquemas ya no tenían sentido porque tanto Catalunya Banc como Novagalicia habían recibido inyecciones millonarias de fondos públicos.