Finlandia sufrirá un impacto de la crisis mayor de lo previsto a raíz de la caída del consumo y la pérdida de competitividad de su economía, lo que implicará una caída del PIB del 0,8% este año, el doble de lo previsto anteriormente, y un crecimiento del 0,7% en 2014, frente al 1,5% estimado en diciembre por el Banco de Finlandia.
«La economía finlandesa ha hecho frente de manera simultánea a dos grandes desafíos: la reestructuración de su industria y la recesión a raíz de la crisis financiera», indicó el gobernador de la entidad Erkki Liikanen, quien destacó la caída de las exportaciones por el debilitamiento de sus socios internacionales y el deterioro de la relación coste/competitividad de Finlandia.
Así, la entidad prevé que la tasa de paro continúe el alza y cierre 2013 en el 8,5%, frente al 7,7% de 2012, para llegar al 8,6% en 2014 y moderarse levemente en 2015, cuando se situaría en el 8,3%.
En este sentido, Liikanen advirtió de que el incremento del paro puede tener concecuencias a largo plazo para los jóvenes que intentan incorporarse al mercado laboral. «Es vital evitar una situación en la que algunos jóvenes se vean permanentemente excluidos del mercado laboral», añadió.
Finlandia, que cerró 20012 en recesión y una caída anual del PIB del 0,2%, es el único país de la zona euro que todavía conserva la máxima nota de solvencia con perspectiva estable por parte de las tres principales agencias de calificación crediticia.