Banco Santander ha destinado más de 32.000 millones de euros a financiación verde en 2021, lo que sitúa en solo tres años a la entidad presidida por Ana Botín a más de la mitad de su objetivo de movilizar 120.000 millones en 2025.
La denominada financiación verde abarca la inversión de capital en proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos, dirigidos a apoyar a los clientes en la transición hacia una economía de bajas emisiones.
En este ámbito, Banco Santander ayudó a financiar o asesorar a lo largo del pasado año proyectos greenfield de energías renovables, con una potencia eléctrica total instalada de 13,604 MW, lo que supuso evitar la emisión de 251 millones de toneladas de CO2. Asimismo, Banco Santander contribuyó a la ampliación, mejora, y mantenimiento de proyectos de infraestructura de energías renovables ya existentes (brownfield), con una potencia instalada total de 1,776 MW.
Así, los proyectos de energías renovables financiados por Banco Santander suman una capacidad de generación de energía capaz de cubrir el consumo anual de 9,2 millones de hogares.
Banco Santander logró de este modo ser el principal asesor financiero en project finance de energías renovables en 2021. Además, ha puesto en marcha su tercer bono verde, con el que captó 1.000 millones de euros, en una emisión de deuda senior no preferente a ocho años dirigida a financiar proyectos de energía eólica y solar.
Por lo que respecta al tema del cambio climático, Banco Santander tiene por objetivo alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2050. La entidad es miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance (NZBA).
La hoja de ruta de Banco Santander en este aspecto se inició en 2021, con la definición de sus primeros objetivos de descarbonización en las carteras de carbón térmico y generación de energía eléctrica, lo que en la práctica significa dejar de prestar servicios financieros a clientes con más de un 10% de ingresos dependientes del carbón, y finalizar la exposición a la producción minera de carbón para 2030.
En cuanto a los sectores más relevantes en emisiones de carbono, como por ejemplo los de generación de energía eléctrica, petróleo y gas, minería y metales, y transporte, Banco Santander ha procedido a calibrar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en las actividades de sus clientes, y la participación de la propia entidad en esas emisiones, según la normativa de PCAF (Partnership for Carbon Accounting Financials), estándar mundial de referencia para el sector financiero. El hecho de que estos sectores generen una mayor cantidad de emisiones de GEI por sus actividades, supone también que cuentan con un mayor potencial para recortarlas.
Como siguiente objetivo, Banco Santander ha alcanzado el compromiso de anunciar nuevos objetivos de descarbonización para los sectores del petróleo y gas, minería y metales (relacionados con el carbón) y aviación en septiembre del presente año, y para hipotecas, sector inmobiliario, fabricación de automóviles, préstamos para automóviles, cemento, agricultura y algunos subsectores, antes del final de marzo de 2024.