Caja Rural Granada ha abierto una nueva oficina en Algeciras (Cádiz), continuando así su proyecto de expansión y ampliando su ámbito de acción en esta provincia andaluza tras la apertura de la oficina de Jerez de la Frontera en el año 2020.
El presidente de Caja Rural Granada, Antonio León, el director general, Jerónimo Luque, el director de Negocio, José Aurelio Hernández, el director de zona Málaga- Cádiz, Víctor Herrero, junto a la directora de la oficina, Alba Puerto, y su equipo han asistido al acto de inauguración de este nueva instalación situada en calle Alfonso XI, número 14.
En este acto han querido acompañar a la entidad, además de más compañeros de la Caja, que representan a todas las áreas existentes, distintas instituciones destacando la presencia del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce y del presidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar, Juan Lozano.
La nueva sucursal es un espacio acogedor, moderno, con un cuidado diseño que prioriza los materiales sostenibles y la eficiencia energética para dar el mejor servicio de banca de proximidad que caracteriza a la entidad financiera con el máximo nivel de confort.
Sobre la elección de Algeciras para ubicar esta nueva sede de Caja Rural Granada cabe destacar su enorme relevancia a nivel nacional e internacional. La ciudad, situada en un enclave estratégico, nodo de comunicaciones con África, cuenta con el principal puerto del Mediterráneo a lo que se une la existencia de un importante tejido empresarial en una amplia gama de sectores.
Caja Rural Granada cerró el pasado 2021 con 38,2 millones de euros de beneficios. Tras lanzar su campaña Fieles a nuestras raíces, la entidad ha puesto el foco en sus principales valores para dar servicio ofreciendo los mejores productos a los clientes con cercanía, empatía, sostenibilidad y responsabilidad social.
La entidad tiene además un compromiso con los territorios donde está presente y a través de su Fundación y del Fondo de Educación y Promoción colabora con organizaciones y colectivos para la realización de actividades culturales, deportivas, educativas y con un marcado carácter social en su objetivo de ayudar a las personas más vulnerables.
Además, favorece el cooperativismo, así como el impulso de la formación en campos novedosos como son los cursos para ayudar a las empresas a dar el salto a la digitalización sin olvidar de formaciones de relevancia dentro del sector agrario para mejorar las técnicas de cultivo.