La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) ha reivindicado la importancia de la digitalización y la conectividad para las mujeres y las niñas en un acto en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Esta cita se enmarca dentro de la iniciativa ‘Connecting Women in Latin America: The Roadmapahead‘, que busca poner de manifiesto que las desigualdades en el acceso a las tecnologías y a las competencias digitales suponen un obstáculo para la inclusión financiera y el progreso de las pequeñas empresarias y de sus negocios.
Así, FMBBVA trabaja para que, en el caso del comercio online, las MiPyMEs (micro, pequeña y mediana empresa) tengan la oportunidad de acceder a nuevos mercados y obtener más beneficios.
A su vez, denuncian que una vez más los estereotipos de género, la falta de formación en habilidades digitales o la falta de acceso y de conectividad suponen trabas cada vez mayores para las emprendedoras y en especial, para aquellas en situación de vulnerabilidad.
En este evento en la sede de la ONU, han participado el director general de la FMBBVA, Javier M. Flores; la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza; La secretaria general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), Doreen Bogdan-Martin; la embajadora de Género en Educación de la OCDE, Marta Encinas-Martin; la directora de la Oficina Regional para América Latina del PNUD, Michelle Muschet; la directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, Ana Güezmes, y la emprendedora panameña Julia Sandoval.
Durante su intervención, Javier M. Flores ha destacado la importancia que tiene que las emprendedoras vulnerables a las que atiende la FMBBVA incorporen tecnología.
«Es un reto en el que seguimos trabajando con una oferta de valor adaptada a sus necesidades y con iniciativas de digitalización y formación», ha asegurado.
La Fundación ha diseñado productos dirigidos al bienestar de las empresarias como los microseguros oncológicos con un coste de entre 1 y 3 dólares al mes. «Apoyarlas para que salgan de la pobreza tiene un efecto multiplicador porque las mujeres invierten en mayor medida en la educación, salud y nutrición de sus familias», asegura.