Evo Banco, que cuenta con el fondo estadounidense Apollo como nuevo dueño, mantiene un fuerte nexo de conexión con Abanca a través de los servicios tecnológicos prestados desde Galicia.
Apollo compró la entidad financiera al banco gallego por unos 60 millones de euros. La separación de las dos entidades se realizó en el año 2014, pero mantenía a Novagalicia como prestadora de servicios tecnológicos por un plazo de cinco años, por un monto no especificado. Evo ha adelantado la puesta en marcha de sus propios servicios informáticos entre marzo y abril del año que viene.
Aún no se ha hecho público si el cambio en los plazos establecidos se traducirá en alguna contraprestación económica para Abanca, entidad que realizaba esos servicios con su propio personal y empresas subcontratadas.
El personal cualificado para realizar esta separación es un grupo de informáticos independientes, en su mayoría gallegos, extrabajadores de Abanca. Es decir, se trata de empleados que conocían el entorno en el cual se podían mover.
Este cambio en los servicios informáticos se debe a una serie de ahorros que quiere obtener la entidad financiera, ya que se le está haciendo difícil lograr rendimientos de su modelo de poca red, mucha presencia on-line y cero comisiones.
El año pasado, Evo Banco perdió 86 millones de euros y hasta el mes de junio de este año ha perdido 5 millones de euros.