El Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter prevé una desaceleración del precio de la vivienda y pronostica un alza muy moderada, del entorno del 1% a cierre de 2022 y otro 1% en 2023, por debajo del incremento del 6,4% en 2021.
El equipo de analistas del banco continúa sin ver «señales de sobrecalentamiento» en los precios del mercado inmobiliario, con tasas de esfuerzo todavía por debajo de la media histórica y un equilibrio entre oferta y demanda.
Bankinter calcula que el porcentaje de renta disponible que se dedica a abonar la cuota (o tasa de esfuerzo) se mantenga en niveles del 35% (media histórica de los últimos años), dos puntos porcentuales por encima del que había al cierre del año anterior. Por otro lado, desde el departamento de Análisis y Mercados de la entidad aprecian un cierto equilibrio de oferta y demanda.
La demanda estructural de vivienda es de unas 100.000 unidades al año, distribuidas entre las 70.000 que vendrían por creación de hogares y 30.000, por demanda extranjera, mientras que la oferta se sitúa en un nivel similar (cerró 2021 con 100.000 inmuebles en construcción). La previsión es que se supere ese umbral en 2022 y 2023 para cubrir el déficit de oferta de los últimos años.
El informe prevé cierto enfriamiento en la actividad inmobiliaria, ya que las transacciones de vivienda podrían descender un 5% en este ejercicio, tras alcanzar niveles máximos de 15 años en 2021, cuando se superó el medio millón de compraventas.