La filial mexicana de BBVA, presidido por Francisco González, ha realizado un análisis según el cual la tasa de crecimiento de México en 2013 será del 2,7%.
En mayo pasado, BBVA ya había anunciado una reducción de su pronóstico de expansión de la economía mexicana del 3,5% al 3,1%. En relación a 2014, BBVA Bancomer ha mantenido en un 3,2% su previsión de crecimiento.
Entre los factores para la desaceleración económica, el economista jefe para México del servicio de estudios económicos del BBVA, Carlos Serrano, ha citado el descenso de la producción industrial, que bajó «más de lo que cayó en Estados Unidos«.
Además, ha señalado esta circunstancia como una consecuencia de una disminución de las exportaciones a EE.UU., pero también de «factores locales» estrictamente mexicanos. Entre ellos, ha mencionado «una débil demanda externa tanto en manufacturas como en petróleo», las últimas por un descenso del precio del crudo y unas ventas inferiores de barriles.
Además de afectar a México la lenta recuperación estadounidense en la primera mitad del año, otro factor negativo fueron las inferiores exportaciones «a Europa y Sudamérica».
Pese a esta situación, BBVA Research ve como un elemento positivo que «México mantiene su competitividad en EE.UU.», mientras que China ha perdido algo de cuota de mercado, mientras este país ha subido. «En la medida en que la economía de EE.UU. se recupere, son buenas noticias para la de México», ha apuntado Serrano.
Una segunda razón de la debilidad de la economía mexicana de enero a junio de 2013 «es una reducción del gasto en inversión pública». «El gasto público en este nuevo Gobierno tardó en materializarse», lo que condujo a una «contracción importante de la inversión pública», ha afirmado.
Con todo, BBVA Bancomer estima que el PIB crecerá un 3% en el segundo semestre de 2013 gracias a «un mejor comportamiento de la economía de EE.UU.» y al ejercicio del «gasto público que había permanecido aletargado».
La institución ha destacado que México es atractivo para la inversión extranjera porque «siguen entrando capitales al país», aunque ha reconocido que «no tantos como entraban a comienzos del año».
Por otra parte, el Banco de México redujo este miércoles su pronóstico de crecimiento para el presente ejercicio, al dejarlo en un rango del 2% y 3% del PIB, un punto porcentual menos de lo estimado previamente.
El Banco de México considera «indispensable» impulsar en el país las reformas estructurales que permitan mejorar el crecimiento económico y que la población alcance niveles más altos de bienestar. «Creo que la coyuntura por la cual está atravesando la economía nacional subraya precisamente la importancia de actuar en materia estructural en México», dijo a la prensa el gobernador de la entidad, Agustín Carstens.
Asimismo, BBVA ha afirmado que las reformas estructurales en las que trabaja el presidente de México, Enrique Peña Nieto, podrían expandir en 1,5% PIB del país si son ambiciosas. Carlos Serrano ha advertido que introducir una reforma fiscal y otra energética «de poco alcance» es «peor» que no hacer modificaciones en esos dos ámbitos, pues se perdería la oportunidad de lograr mayores niveles de crecimiento.
En los últimos meses han sido aprobadas dos reformas clave, la de competencia y telecomunicaciones, con potencial para elevar el PIB mexicano un 0,2%-0,3%, y la laboral, que aportaría varias décimas más al crecimiento. La reforma energética, que pretende abaratar el coste de la electricidad y modernizar el sector petrolero, y otra en materia fiscal podrían desencadenar un crecimiento del PIB mexicano del 1%, ha estimado Serrano.
Además, ha señalado que la reforma que definirá el futuro de la empresa pública Petróleos Mexicanos debe ser «constitucional», ya que actualmente la Carta Magna establece que el petróleo es propiedad de la nación.
En materia fiscal, el economista ha señalado que la «muy baja capacidad recaudatoria» de México, inferior al 10% del PIB, está frenando inversiones importantes en infraestructuras que podrían hacer que el país fuera más competitivo.
En ese contexto, lo que debería lograrse con la reforma fiscal es «simplificar el régimen», eliminar buena parte de las exenciones existentes y que han creado «ciertas asimetrías entre individuos y empresas», y tratar de que no aumente la carga sobre los contribuyentes actuales. Por ello, ha recomendado centrar los trabajos en la ampliación de la base tributaria y no en un incremento de los impuestos.
Además, Serrano ha considerado necesario que en la reforma haya «un componente que fomente la formalidad», no sólo incorporando a las empresas «informales» a la economía formal, sino evitando que las compañías formales tengan a sus trabajadores sin afiliar a la Seguridad Social.
El BBVA Research considera que la informalidad, que en México está asociada a un escaso grado de formación escolar, baja productividad y nivel de ingreso, «sigue siendo uno de los mayores retos del país».
El economista también ha sugerido eliminar la exención del IVA a los alimentos y medicinas, que el grupo financiero considera «regresiva». Además, ha propuesto que la recaudación procedente de alimentos y medicinas se destine a apoyos «focalizados» a personas de escasos recursos.
En lo que respecta a las previsiones para 2014, el Banco de México las ha mantenido entre el 3,2% y 4,2%, si bien puntualizó «que ese crecimiento sigue siendo insuficiente para crear los empleos que el país necesita, aumentos sostenidos en los salarios» y, en general, «para mejorar el bienestar del país», afirmó Carstens.
El que no ha modificado sus previsiones por el momento es el Gobierno, que prevé un crecimiento del 3,1% para 2013, pese a la desaceleración registrada en el primer semestre.
Según cálculos provisionales, el PIB aumentó un 2,5% en el segundo trimestre de este año, mientras que en el primero el incremento fue del 2,2%, en cifras desestacionalizadas.