Ana Botín, la presidenta de Banco Santander, ha pedido a través de una columna de opinión publicada en el ‘Financial Times’ que las empresas reduzcan sus necesidades de energía.
La presidenta de Banco Santander considera que el crecimiento económico depende, al menos en parte, de una energía «asequible y fiable». Las previsiones indican que la demanda energética se incrementará hasta en un tercio desde ahora hasta 2050, para mantener una economía «dos veces más grande» y 2.000 millones de personas más.
Ana Botín señala que el debate ha girado hasta ahora en torno a los cambios en la oferta de energía, sobre todo respecto a la transición de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, algo que «debe hacerse garantizando al mismo tiempo que la energía siga siendo asequible y segura para todos».
Por el contrario, el ámbito del consumo energético ha recibido «mucha menos atención», un aspecto donde «todos (individuos, empresas y gobiernos por igual) pueden actuar». Ana Botín subraya que reducir la demanda de energía supone «hacer más con menos».
La presidenta de Banco Santander menciona cifras de la Agencia Internacional de Energía (AIE), que prevé que el mundo necesitará mejorar la intensidad energética en más de un 4% anual entre 2020 y 2030, y casi un 3% anual desde esa fecha, para alcanzar el ‘cero neto’ de emisiones en 2050. Botín recuerda que «El año pasado, solo logramos el 1,3%».
Además, señala que «aún queda mucho por hacer», tanto a nivel de las empresas como por parte de los gobiernos. En este sentido, la semana del 15 al 19 de enero se celebrará el Foro de Davos en Suiza, donde se discutirá, entre otros puntos, cómo reducir la demanda energética.
Ana Botín califica de «necesario» encontrar formas de ahorrar energía, como por ejemplo, utilizando la inteligencia artificial (IA) en calefacción, ventilación y aire acondicionado en las oficinas, lo que podría recortar el consumo energético un 25%.
En segundo lugar, Botín propone centrarse en la eficiencia energética, lo que supone utilizar menos energía para realizar la misma tarea o elaborar el mismo producto. En este sentido, señala la modernización de edificios como ejemplo, puesto que puede traer consigo un ahorro del 45% en el consumo de energía.
La presidenta de Banco Santander pide también centrarse en las colaboraciones entre compañías, lo que «Significa que diferentes empresas a lo largo de la cadena de valor trabajen conjuntamente para impulsar el cambio en el sistema energético en general».
Ana Botín propone como ejemplo que se recupere el calor de las plantas industriales, lo que podría recortar el consumo energético en alrededor del 25%, como ya sucede con el uso del calor residual de la producción de ácido sulfúrico en Suecia.
La presidenta de Banco Santander cree que medidas como estas por parte de las compañías traerían consigo un «claro beneficio comercial», y que «Esto ayudará a las empresas a reducir el uso general de energía, sin reducir la producción, reduciendo los costos y aumentando la rentabilidad y la competitividad”.
En opinión de Botín, estas medidas pueden reducir la demanda de energía hasta en un tercio sin disminuir la producción, de modo que para 2030 se ahorrarían dos billones de dólares al año.
No obstante, la presidenta de Banco Santander cree que esta oportunidad «no se está aprovechando», y solicita a los gobiernos que desarrollen planes nacionales de transición energética, que actúen tanto sobre la demanda como sobre la oferta de energía.
Ana Botín considera que «Ya han comenzado a recorrer este camino. En la COP28 [celebrada a finales de 2023 en Emiratos Árabes Unidos], más de 120 países se comprometieron a duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética para 2030. Ahora debemos convertir las promesas en acciones».
La presidenta de Banco Santander concluye que el trabajo conjunto de empresas y gobiernos es crucial para desarrollar estos planes, y pide que se apoye a las compañías para mejorar su consumo energético, investigar mejores prácticas, y construir asociaciones público-privadas.