La vicepresidenta de Ayesa, Arancha Manzanares, ha ganado la tercera edición del Premio Mujer Empresaria CaixaBank y se convertirá así en una de las representantes españolas en los premios internacionales IWEC Awards 2019, que se entregarán en la India el 12 de noviembre.
El Premio Mujer Empresaria CaixaBank reconoce la excelencia profesional y empresarial de mujeres con una destacada trayectoria de liderazgo en el mundo de la empresa en España.
En un comunicado, CaixaBank ha señalado que el jurado del galardón ha valorado el éxito de la estrategia de internacionalización y diversificación de Ayesa, la primera consultora de ingeniería y tecnología de capital español.
El jurado también ha destacado el compromiso de la empresaria con el fomento de la innovación y el desarrollo profesional.
Arancha Manzanares es Doctora Ingeniera Industrial por la Universidad de Sevilla y cuenta con un Programa de Alta Dirección de Empresas por el IESE.
Esta misma semana, CaixaBank ha anunciado que desplegará en toda su red de oficinas antes de final de año un sistema que permite automatizar mediante inteligencia artificial una parte relevante de la gestión de los recibos devueltos por falta de fondos.
Se trata de una herramienta de complejo desarrollo y que hasta ahora no había conseguido una eficacia equivalente a la de una persona, ya que hay que analizar caso por caso y tener en cuenta múltiples variables en evolución, como qué clase de recibo es, si se trata de un cargo periódico o no, qué historial de pago tiene el cliente o qué vinculación mantiene éste con la entidad.
El banco catalán lo ha conseguido mediante la combinación de inteligencia artificial, big data y machine learning, además de actualización constante, y su solución es capaz de tomar la misma decisión que una persona en la resolución de una incidencia con una precisión del 99%, según han informado a elEconomista fuentes de la entidad financiera.
El resultado es una mejora notable de la productividad, ya que los trabajadores del banco verán liberadas hasta 82.000 horas anuales que ahora dedican a gestionar los recibos devueltos y que podrán destinar a otras labores, como atención al cliente o gestión comercial.
Desde la entidad recalcan que no supone prescindir de personal, sino dedicarlo a labores más rentables.