Fitch ha decidido mantener la calificación crediticia a largo plazo de Caja Rural del Sur en ‘BBB+’ con perspectiva negativa.
La agencia de calificación ha destacado en un informe sus «fuertes coeficientes de capital y la mejora de la calidad de los activos, que proporciona margen para absorber un probable deterioro debido a la crisis de Covid-19».
Los analistas consideran que la capitalización sigue siendo una fortaleza del rating de Caja Rural del Sur debido a que su ratio de capital ordinario de nivel 1 (CET1) es del 19,8% a finales de 2019, lo que la sitúa en una posición favorable si se compara con las entidades del sector nacional y por encima de los requerimientos normativos.
Fitch espera que Caja Rural del Sur mantenga esos sólidos niveles de capital este año y el próximo, a pesar de la presión que existe sobre «la calidad de los activos y las ganancias» debido al entorno actual.
La perspectiva negativa de la calificación se atribuye a los efectos económicos negativos previsibles por la pandemia.
La agencia ha explicado que «las consecuencias económicas de la pandemia son un desafío importante para Caja Rural del Sur, ya que los riesgos a la baja para el entorno operativo del banco son altos».
Fitch ha indicado en su informe que Caja Rural del Sur «entra en la crisis con una métrica de calidad de activos más fuerte que la de sus comparables nacionales».
En este sentido, ha destacado la reducción de la tasa de morosidad que ha realizado en el conjunto de 2019 hasta alcanzar el 2,7% a finales de 2019, con un «excepcional» ratio de cobertura del 111%.
Actualmente, Caja Rural del Sur tiene 316 oficinas ubicadas en las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla; y cuenta con más de 1.000 empleados en oficinas y servicios centrales.