BFA-Bankia, presidido por José Ignacio Goirigolzarri, se ha desprendido de una cartera de 180 créditos dudosos, con más de 90 días de pago vencido, concedidos inicialmente al sector promotor e inmobiliario. Esta cartera asciende a 558 millones de euros, y está respaldada en parte por garantías inmobiliarias. Del total, 373 millones de euros corresponden a Bankia, y el resto, 185 millones de euros, a su matriz, BFA.
Según informa la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dicha venta ha beneficiado al grupo BFA-Bankia en 20 millones de euros, de los que 16 millones pertenecen a Bankia. Asimismo, reduce su morosidad, libera recursos de la institución para la entrega de nuevos créditos, y eleva su liquidez. Sin revelar la identidad de los compradores de esta cartera, la entidad ha informado que «Con el fin de maximizar el precio obtenido por las carteras, la venta ha seguido un proceso competitivo entre inversores institucionales y entidades financieras de primer orden”.
Bankia mantenía una cartera de crédito inmobiliario total de 2.278 millones de euros al cierre del junio pasado, de los cuales 1.453 millones se habían declarado como dudosos. Con esta transacción, dicha cifra baja a 1.115 millones de euros. Se calcula que la posición total del banco invertida en el sector inmobiliario supera los 7.000 millones de euros.
Con esta operación, BFA-Bankia mantiene el curso establecido por su Plan Estratégico 2012-2015, que tiene como uno de sus principales objetivos el compromiso de re-enfocar sus inversiones en activos estratégicos, reduciendo su participación en actividades no estratégicas. Además, dicho plan también establece la reducción de la morosidad de la institución en 2.000 millones de euros de forma orgánica.