El Grupo Espírito Santo (GES) había incluido en su plan de reestructuración que iba a recibir 500 millones de euros del fondo soberano de Venezuela, inversión que no se llevó a cabo por la crisis que se presentó en la firma portuguesa.
Este miércoles, el diario económico portugués Jornal de Negócios ha informado que este apoyo financiero estaba previsto en el plan de negocios que Espírito Santo presentó a las autoridades de Portugal a finales del año pasado.
Según la documentación a la que tuvo acceso Jornal de Negócios, existe una comunicación enviada por el fondo soberano de Venezuela y fue presentada por el Grupo Espírito Santo a sus auditores.
El objetivo de esas ampliaciones de capital era mejorar la situación financiera del GES, con intereses en diferentes sectores: turismo, banca, seguros, entre otros. El grupo empresarial tenía previsto recaudar un total de 800 millones de euros. Sólo en su sociedad Espírito Santo Internacional, la deuda a finales de 2013 superaba los 5.700 millones de euros.
Ante las irregularidades contables detectadas en el GES por una auditoría, el grupo empresarial se derrumbó, afectando su negocio financiero, liderado por el Banco Espírito Santo (BES), que luego fue intervenido por el supervisor portugués.
La auditora KPMG también reveló la relación entre Venezuela y el Grupo Espírito Santo, confirmando que Petróleos de Venezuela invirtió varios millones de euros en deuda del Grupo, y, actualmente, es uno de sus mayores acreedores.
Por otra parte, también se descubrieron dos cartas de patrocinio, redactadas por los responsables del Banco Espírito Santo en las que se garantizaba a Venezuela una inversión de 300 millones de euros en deuda del grupo empresarial del que la entidad financiera formaba parte.