Goldman Sachs Group Inc. está comenzando una estrategia destinada a asociarse con pequeñas gestoras para prestar dinero a clientes con un perfil económico inferior que el inversor privado tradicional del banco.
Con esta iniciativa, el banco prevé alcanzar a un grupo importante de prestatarios en Estados Unidos y posiblemente en el exterior sin necesidad de comprarlos mediante una fusión o construir relaciones uno a uno, de acuerdo a lo que informan personas familiarizadas con este proyecto. Este plan todavía está siendo diseñado y podría no ponerse en práctica hasta el próximo año.
La estrategia no es usual para Goldman Sachs ni tampoco en Wall Street, debido a que la mayor parte de las entidades financieras otorgan créditos a sus propios clientes. Además, conlleva un mayor riesgo porque es más complicado evaluar de forma adecuada a prestatarios o a los activos que están siendo tomadas en cuenta como garantía.
La entidad estadounidense está tratando de obtener dinero de una base más extensa de prestatarios debido a que sus ganancias, que tienen su origen negocios tradicionales, como transacciones de bonos, se han visto reducidos.
Steven Chubak, analista de Nomura, ha señalado que “el aumento de los negocios de préstamos a una base de clientes más amplia ayuda a contrarrestar parte de la desaceleración por el lado de las transacciones”.
Banqueros que se encuentran dentro del plan de Goldman Sachs han indicado que no están modificando completamente su modelo de negocios de atender a ultra millonarios. El cliente promedio de la unidad de riqueza privada de Goldman en Estados Unidos tiene un promedio en cuenta de aproximadamente 50 millones de dólares (43 millones de euros).
Con esta nueva estrategia intentarán captar clientes que están por debajo en la escala económica tradicional, aunque las fuentes no quisieron detallar el umbral a tomar en cuenta, aunque señalaron que serán “masivamente ricos», lo que supone clientes con menos de un millón de dólares en activos invertibles.