Crédit Agricole ha incrementado sus beneficios netos un 2,6% durante el primer trimestre del año, gracias a una actividad robusta de la banca de inversión y a los costes más bajos para cubrir sus riesgos.
En los primeros tres meses de este año la cotización en bolsa de la entidad financiera generó una utilidad neta de 784 millones de euros, mientras que por otra parte los ingresos aumentaron un 7,5% hasta alcanzar los 4.359 millones de euros.
El costo del riesgo descendió un 24,7% durante el primer trimestre en relación al mismo periodo del año pasado, lo que se traduce en 11 puntos de base (de 45 pasó a 34), por el negocio de la banca minorista y el crédito al consumo.
Como consecuencia de la situación volátil presente en el mercado financiero y un incremento en la emisión de bonos corporativos, Crédit Agricole logró que los ingresos correspondientes al negocio de banca corporativa y de inversión aumentaran un 24% hasta alcanzar los 1.230 millones de euros.
Bernard Delpit, director financiero de Crédit Agricole, comentó en una conferencia de prensa que “la plataforma de renta fija en su conjunto ha estado exhibiendo un buen desempeño”.
Crédit Agricole ha señalado que el resultado del beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros (Ebitda) retrocedió un 2,8% hasta alcanzar 2.705 millones de euros.
Los ingresos de la entidad francesa crecieron un 3,1% hasta lograr los 8.035 millones de euros, sin embargo al descontar los elementos no recurrentes la mejora presentada fue del 4%.
Los gastos relacionados con la explotación, sin tener en cuenta los 226 millones de euros de la contribución al fondo para quiebras bancarias, se incrementaron un 1,8% hasta alcanzar los 5.104 millones de euros.