Caja Ingenieros espera continuar creciendo en 2025, y aumentar su ratio de eficiencia ante la entrada de su próximo director general, Juanjo Llopis, el próximo 1 de enero.
La entidad planea cerrar el año con una plantilla de 570 trabajadores, desde los 535 que contaba al cierre de 2023 y su objetivo es que durante 2025 se eleve aún más esta cifra.
Llopis sustituirá en el cargo a Joan Cavallé, que ha sido director general del banco 19 años. En toda su historia, la firma únicamente ha contado con dos directores generales.
Según Cavallé, el banco ha logrado diversificarse y ya no es la «entidad nicho» del pasado. Cuando se incorporó Cavallé en 2022, el 70% de los socios (pues es una cooperativa de crédito) eran ingenieros, hoy esa cifra se sitúa en el entorno del 20% o 25%.
Aunque todavía quedan dos años de plan estratégico, Llopis tiene el objetivo de seguir reforzando la digitalización y tecnología del grupo y aspira a lograr una mayor eficiencia de procesos y reforzar el equipo humano.
La cooperativa cerró 2023 con una ratio de eficiencia del 71,51%, que supone una mejora de 11,12 puntos respecto al 82,63% que registraba en 2022. La previsión es que siga mejorando de cara al futuro, ya que esos niveles tan altos de la ratio venían heredados de los años de tipos cero o negativos.
Respecto a la cuenta de resultados, en 2023 la firma registró una mejora del 42,2% de sus ingresos totales (margen bruto), hasta los 99,5 millones, al tiempo que los beneficios se dispararon un 71,9%, hasta los 19,6 millones.
A nivel de negocio, Caja Ingenieros planea crecer tanto en márgenes como en volumen. De hecho, van a reforzar su red de agentes para llegar a clientes que de otra forma no abarcarían. Hoy cuentan con seis agentes en Cataluña, con la previsión de alcanzar los 10 a corto plazo. Para 2025, este proyecto se replicará en el resto de España, con cifras similares de agentes.