Fitch Ratings ha decidido mantener la calificación crediticia de Sabadell en ‘BBB-‘ con perspectiva estable gracias a que la entidad ha mejorado dos factores que hasta ahora estaban en negativo, como son el ‘company profile’ y el plan estratégico, según ha comunicado el banco este viernes.
Además, ha situado el rating de la deuda SP en ‘BBB’ y el de la deuda SNP en ‘BBB-‘. Para ello, la entidad calificadora ha tenido en cuenta el contexto y las expectativas económicas de España y Reino Unido, donde Sabadell está presente con TBS, gracias a «una adecuada capitalización para absorber la presión sobre la calidad de los activos y la rentabilidad que puede derivarse de la pandemia».
Asimismo, ha evaluado el nuevo plan estratégico de la entidad bancaria de cara al periodo 2021-2023 y al nuevo equipo gestor que asumió el cargo en los primeros seis meses de 2021.
Esta perspectiva refleja los riesgos a la baja detectados por Fitch por el deterioro esperado, especialmente en la cartera doméstica de pymes, y a la apuesta de la agencia de un deterioro más contenido de lo que se podía esperar durante el año pasado.
Recientemente, la dirección de Banco Sabadell ha propuesto a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 1.900 trabajadores. Según han explicado fuentes de la negociación, una parte del recorte de la plantilla se realizará mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, aunque la proporción todavía no ha sido concretada. La entidad también ha anunciado a los representantes de los trabajadores que ha encargado a la empresa de trabajo temporal Manpower el plan de recolocación de los empleados que estén afectados por el ERE.
La salida de 1.900 trabajadores del banco, que comunicó la decisión a los sindicatos el pasado lunes, supone un recorte del 12,5% de su plantilla, que ahora está formada por 15.000 trabajadores. Según las fuentes consultadas, el plan se ejecutará sobre todo en la red de oficinas y de servicing. De entrada, esas dos áreas concentrarán el grueso de las salidas, aunque esa proporción puede variar a lo largo de la negociación.
El banco de origen catalán justifica el ERE en la necesidad de alcanzar una mayor rentabilidad y eficiencia, en línea con el plan estratégico para el periodo 2021-2023. Ese documento se fijaba como objetivo una reducción de costes de 100 millones de euros por la transformación del modelo de negocio, la automatización y la simplificación de procesos. La entidad ya avanzó entonces la posibilidad de prescindir de un millar de puestos de trabajo.