Bank of America ha elevado sus previsiones de PIB para la eurozona al 4,8% este año, al 3,7% el próximo y al 1,9% en 2023.
En un informe publicado el viernes, los expertos han señalado que la “vuelta al cole” significa también nuevas previsiones y han reconocido que el rebrote producto de la reapertura económica ha sido mayor de lo esperado.
En este momento, las perspectivas de inflación se encuentran en el 2,2%, 1,7% y 1,3% en 2021-2023, y la subyacente en el 1,3% en 2021 y 2022 y en el 1,4% en 2023 debido al aumento de los precios de la energía y de los bienes debido a los cuellos de botella de la oferta.
En relación al Covid-19, la tasa de reproducción actual en la eurozona es «alentadora», aunque los expertos creen que la vuelta al cole, a la oficina y al interior de las casas con el empeoramiento del clima «sigue entrañando riesgos».
La gran pregunta de esta vuelta al cole parece ser si el Banco Central Europeo (BCE) tomará o no la decisión de reducir el ritmo del PEPP (Programa de Compras de Emergencia).
Desde Bank of America han destacado que «el BCE tiene que tomar cuatro decisiones en los próximos meses: el ritmo trimestral del PEPP (la próxima semana y de nuevo en diciembre); la fecha de finalización del PEPP, actualmente fijada en marzo de 2022; el ritmo del APP (Programa de Compra de Activos) una vez finalizado el PEPP; y una posible desvinculación del APP de los tipos en la orientación futura».
Para los analistas del banco, las respuestas a estas tres últimas cuestiones son las más importantes para los mercados, aunque creen que el BCE no está preparado para ello.
Los analistas de Bank of America han comentado que «habrá preguntas en la ronda de Q&A (preguntas y respuestas de la reunión del BCE), y nos parece que no es trivial que Lagarde encuentre respuestas que tranquilicen a los mercados ante la posibilidad de que el QE termine antes de lo que se suponía. Eso, más que el ritmo del cuarto trimestre del PEPP, es el mayor riesgo de la próxima semana».