La entidad bancaria letona ABLV ha entregado el borrador de su plan de liquidación voluntaria a la Comisión de Mercado Financiero y de Capital (FCTC) del país.
ABLV fue acusado de blanqueo de capitales por EEUU, y declarado como «no viable» por el Banco Central Europeo (BCE).
Según ha informado la entidad en un comunicado, con esta decisión, en virtud de la cual se ha presentado un borrador de solicitud de resolución, se pretende «satisfacer las reclamaciones de clientes y acreedores en su totalidad».
El plan establece que tres auditores nacionales y uno internacional se encarguen de realizar la correspondiente valoración de activos del banco y los procedimientos de pago, así como de la supervisión del proceso de liquidación voluntaria.
Este proceso estipula que, principalmente, se deben garantizar los desembolsos del Fondo de Compensación Garantizado. El pasado 3 de marzo se abrió el plazo para que los clientes retirasen depósitos que no superen los 100.000 euros, para lo que la entidad ha asegurado haber destinado 480 millones de euros.
Tras el desembolso de los depósitos cubiertos por el fondo nacional de garantías, el plan destaca la obligación de cubrir los depósitos de personas individuales y pequeñas y medianas empresas. Dichas obligaciones se cubrirán mediante pagos trimestrales, los cuales se iniciarán en el cuarto trimestre de 2018. Las obligaciones con los accionistas serán cubiertas en última instancia.
El 19 de febrero el BCE bloqueó los pagos de ABLV de forma temporal al imponerle una moratoria sobre sus operaciones, después de que el tercer mayor prestamista del país báltico fuera acusado por la unidad de lucha contra delitos financieros del Departamento del Tesoro de EEUU de blanqueo de capitales.
Más tarde, el pasado 25 de febrero, el BCE determinó la «quiebra o quiebra probable» de la entidad al considerar que el banco no sería capaz de hacer frente a sus obligaciones de pago como consecuencia del deterioro «significativo» de su posición de liquidez y la gran retirada de depósitos tras la acusación estadounidense.
La Junta Única de Resolución (JUR) ha rechazado tomar las riendas de la liquidación de la entidad letona, dado que no supone una amenaza para la estabilidad del sistema, con lo que su resolución está en manos de las autoridades de Letonia.