Los analistas de Deutsche Bank han revisado al alza las previsiones de crecimiento para la economía española para 2017 hasta el 3% (tres décimas por encima de la previsión anterior), y al 2,5% para 2018 (cuatro décimas superior a su estimación pasada).
Deutsche Bank basa esta mejora de expectativas en la solidez de la demanda doméstica (creación de empleo) y en la buena evolución del sector turismo.
Adicionalmente, los expertos de Deutsche Bank resaltan que la sobrecapacidad alcanzada en algunos destinos turísticos son un ejemplo de cómo las ganancias de competitividad no deben hacerse sólo vía reducción de costes, sino que debe mejorarse la productividad y otros factores no puramente económicos (como calidad del servicio)
En cuanto a 2018, se espera que la fortaleza del consumo y la inversión doméstica se mantengan, si bien la normalización prevista de la política monetaria por parte del BCE, que tan positiva ha sido para la economía española, y el agotamiento de los efectos positivos de la última rebaja fiscal provocarían una rebaja en el fuerte ritmo de crecimiento, hasta niveles del 2,5% anual.
En el mes de julio, Citigroup pronosticó que la economía española crecerá este año a un ritmo del 3,2%, que se moderará al 2,7% en 2018.
Estos datos fueron publicados tras conocerse el dato de crecimiento del PIB en el segundo trimestre, cuando España aceleró su expansión al 0,9% desde el 0,8% del primer trimestre y el 0,7% en los dos trimestres anteriores.
«Las sorpresas al alza se han convertido en la norma española», señalan los analistas de la entidad estadounidense al referirse a la batería de noticias positivas publicadas esta semana, incluyendo la evolución de las ventas minoristas y la encuesta de población activa.