Crédit Agricole ha obtenido un beneficio neto atribuido de 1.704 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone duplicar el resultado del mismo periodo de 2014. El resultado del ejercicio anterior se vio afectado por las pérdidas registradas por la exposición del banco francés al portugués BES.
La entidad ha precisado que su cifra de negocio se situó en 8.987 millones de euros entre enero y junio, 12,7% más que un año antes, mientras el coste del riesgo de crédito se redujo 4,2%, hasta 1.078 millones.
En el segundo trimestre, Crédit Agricole obtuvo un beneficio atribuido de 920 millones de euros, mientras su cifra de negocio aumentó 18,1%, hasta 4.628 millones de euros. Al finalizar el mes de junio, la ratio de capital básico (CET1) de Crédit Agricole se situó en 10,2%, en línea con el dato del pasado mes de marzo.
Philippe Brassac, nuevo presidente ejecutivo de Credit Agricole ha comenzado esta semana una reorganización de su gerencia, en momentos en que el banco francés se acerca a un acuerdo extrajudicial con las autoridades estadounidenses sobre posibles violaciones de sanciones.
Brassac, que lleva dos meses en el puesto, dijo que reorganizará las líneas de negocio para que estas reporten directamente a la alta dirección y creó nuevos puestos a cargo de funciones para todo el grupo.
«Queremos tanto adaptar al grupo y obtener un mejor rendimiento y competitividad», dijo Brassac en su primera conferencia de prensa como presidente ejecutivo. «Tenemos una visión cautelosa del entorno económico y financiero. Creemos que la crisis potencial no ha sido completamente eliminada», agregó.
Credit Agricole reservó 350 millones de euros adicionales en provisiones judiciales, lo que lleva el total reservado para litigios a 1.600 millones de euros.