BBVA Research, el servicio de estudios de BBVA, recoge en su informe “Flash Inmobiliario” que el impulso del mercado inmobiliario de principios de año se va a moderar, aunque prevé que la recuperación de la demanda y el paulatino descenso de la oferta se irán traduciendo en la recuperación de los precios, lo que será un avance para la recuperación del sector inmobiliario.
«El buen tono de los fundamentales de la demanda impulsará las ventas de viviendas, lo que será un estímulo para la edificación residencial, en un contexto en el que el precio de la vivienda ha dejado atrás su suelo y experimentará nuevas revalorizaciones», pronostica.
No obstante, señala que las ventas de viviendas y la firma de visados se moderaron respecto al mes de enero, aunque «no impidió que en los dos primeros meses del año ambas variables mostraran un mayor dinamismo que en el mismo periodo de 2015», y que «el flujo de crédito para compra de vivienda repuntó tras el estancamiento de enero».
BBVA Research explica que los indicadores de demanda relativos a renta y financiación mantuvieron el «tono positivo» de los últimos meses, al tiempo que el mercado de trabajo continuó mostrándose «dinámico» y el tono expansivo de la política monetaria mantuvo los tipos hipotecarios en mínimos, lo que continuó favoreciendo a la demanda residencial, aunque la confianza de los hogares, continuó corrigiéndose.
Según BBVA , el mercado de la vivienda en España se encuentra en una «nueva etapa» en la que no existe la escasez de viviendas de décadas pasadas, el control de la calidad del parque se realiza mediante normativa sobre edificación, existen recursos financieros para la promoción y la adquisición de viviendas y los tipos de interés se mantendrán más bajos que en décadas anteriores y mostrarán mayor estabilidad.
Además, en estos años, la construcción y la promoción inmobiliaria se ha profesionalizado «intensamente», así como que la entrada en el entorno económico europeo supuso incorporarse a un mercado «más abierto y competitivo, con un menor proteccionismo» de ahí que considere que si la economía española continúa evolucionando a tasas de crecimiento que permitan la creación neta de empleo, el fenómeno de la inmigración continuará afectando a España, y llevará a «un aumento de la población y de la demanda de viviendas».
Así, apunta que la incorporación de hogares inmigrantes podría trastocar el «previsible y anunciado» descenso de la demanda de nuevas viviendas en el medio y largo plazo.