HSBC ha avanzado de forma notable en Asia durante el primer semestre del año, al tiempo que ha dado inicio a su masiva reestructuración con la salida del mercado de Brasil.
Entre los meses de enero y junio de este año, HSBC ha obtenido un beneficio neto de 9.618 millones de dólares (8.794 millones de euros), lo que supone un 1,31% menos si se compara con el primer semestre de 2014, mientras que su beneficio bruto se ha elevado un 10,4%, hasta los 13.628 millones de dólares (12.460 millones de euros).
Los ingresos en el primer semestre alcanzaron los 39.793 millones de dólares (36.383 millones de euros), un 4,10% más, pero los gastos operativos se incrementaron a 19.187 millones de dólares (17.543 millones de euros).
Stuart Gulliver, consejero delegado de HSBC, ha reconocido que la mejora en los resultados antes de impuestos se debe al buen desempeño que ha tenido en Asia, que ha aportado más de un 60% al beneficio del grupo.
La reestructuración interna, anunciada el pasado 9 de junio que incluye la salida de los mercados de Brasil y Turquía, es “la prioridad número uno” para lo que queda de año, de acuerdo a lo indicado por Gulliver.
En este sentido, la entidad ya ha dado los primeros pasos en su plan de desinversión de unos 290.000 millones de dólares (265.000 millones de euros) en activos de riesgo para el año 2017 con la venta de su filial en Brasil a Bradesco, por 5.200 millones de dólares (4.754 millones de euros).
El plan estratégico de HSBC tiene como objetivo alcanzar un rendimiento sobre el patrimonio neto de más del 10% en el año 2017 e incluye el cierre de un 12% de sus sucursales en el mundo y la reorientación del negocio en Asia.
Aunque Asia es el objetivo principal de la inversión de HSBC, la entidad también prevé invertir en Europa, Oriente Medio, norte de África, América del Norte y México. Gulliver ha indicado que si no se encuentran oportunidades con una rentabilidad “de más del 10%”, se devolverá el dinero a los accionistas.
Entre los objetivos para este año destaca la puesta en marcha de una entidad de banca comercial en el Reino Unido, separada de sus operaciones internacionales, y un ahorro anual de 5.000 millones de dólares hasta el año 2017.
Por otro lado, HSBC debe decidir, antes de que finalice el año, dónde ubicará su sede que actualmente está en Londres pero que podría trasladarse al continente asiático.
Por su parte, el presidente Douglas Flint ha señalado que confía en la buena evolución del modelo bancario “universal y geográficamente diverso”, aunque ha destacado que es fundamental “restablecer la confianza” entre los clientes ante los escándalos de lavado de dinero, cuentas opacas, manipulación de mercados y venta irregular de productos que han afectado la reputación de la entidad.