La asociación RBOS Shareholder Action Group, que agrupa a más de 12.000 accionistas privados de la entidad y a más de 100 inversores institucionales, ha denunciado a Royal Bank of Scotland (RBS) por la cifra de 4.000 millones de libras (4.720 millones de euros), acusando al banco de ocultar su situación económica real.
El grupo de accionistas, muchos de los cuales son pensionistas, ha presentado también demandas contra los antiguos directivos de la entidad Fred Goodwin, Tom McKillop, Johnny Cameron y Guy Whittaker.
El grupo mantiene que los directivos de la entidad «trataron de engañar a los accionistas al tergiversar la fortaleza subyacente del banco y al omitir información crítica crucial» en los folletos de la emisión de derechos preferentes en 2008.
«Estos significa que RBS será responsable de las pérdidas incurridas en las acciones suscritas en la emisión de derechos preferentes, al incumplir el artículo 90 de la Ley de Mercados y Servicios Financieros del 2000», asegura.
Un portavoz del grupo destacó que esta decisión representa «un gran paso adelante» para los miles de personas normales que perdieron su dinero como consecuencia de las «acciones inexcusables» adoptadas por los bancos y los directivos en la crisis financiera.
Este portavoz añadió también que «Ahora, por primera vez, algunos de estos directivos tendrán que responder por sus acciones ante la Justicia británica».