BBVA, entidad presidida por Francisco González, tiene el ojo puesto en CatalunyaBanc, entidad nacionalidad controlada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y está estudiando «muy en detalle» la subasta que se llevará a cabo.
Francisco González se ha mostrado «orgulloso» de los resultados que ha obtenido el grupo y que, según ha dicho, «están por encima de la media de los bancos europeos». En el año 2012, el BBVA obtuvo un beneficio neto de 1.676 millones de euros, un 44,2% menos que en 2011, debido a las fuertes provisiones inmobiliarias que ha tenido que dotar en España.
De hecho, el saneamiento relacionado con los activos del ladrillo ha provocado que el resultado atribuido en España haya sido negativo, al perder 1.267 millones de euros.
EL banquero subrayó que los resultados del año pasado son «muy sólidos», como demuestra el hecho de que los ingresos subieron un 15 % a nivel mundial.
Por eso, BBVA no descartan alguna operación que genere crecimiento, entre las que estudian acudir a la subasta de CatalunyaBanc. «Estamos estudiando y vamos a estudiar toda las operaciones que puedan crear valor» para los accionistas de BBVA, afirmó González en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados.
Los técnicos de BBVA estudian la operación «con todo el interés posible porque es un banco muy grande», de forma que si es beneficiosa para el grupo financiero «haremos una oferta adecuada», explicó el directivo, quien aseguró no tener «ni idea» del precio.
Por otra parte, González indicó que la decisión de BBVA de no participar en el capital de la Sociedad de Gestión de Activos inmobiliarios Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) es «puramente técnica» y que no tiene nada que ver con el compromiso y el interés del banco en España.
Así, quiso recordar que la entidad ha participado en el Plan de Pago a Proveedores, en el Fondo de Liquidez Autonómico y ha aportado 900 viviendas al fondo para hacer frente a los desahucios. «No entrar en el banco malo es una decisión puramente técnica, hay que pasar hoja y no tiene nada que ver con el cariño que tenemos en España», manifestó.