El Estado francés procederá al rescate del banco de préstamos inmobiliarios Crédit Immobilier de France (CIF), debido a las dificultades de liquidez que está afrontando después de que varias agencias de calificación bajaran la nota de la entidad.
Así lo publica hoy la edición digital del diario Le Figaro, que indica que el gobierno francés se comprometió a aportar su garantía al banco, que tiene unas 300 agencias en el país y unos 30.000 millones de euros prestados.
Pero la decisión de la agencia Moody’s de ayer, viernes, de bajar la nota de la entidad tres escalones, hasta la «Baa1», otorgaba la posibilidad a algunos de sus prestamistas de exigir la devolución de los créditos, lo que creaba a la entidad problemas de liquidez.
Ante esa situación, el banco decidió pedir la intervención del Estado que, a cambio, exigió la dimisión de su presidente, Claude Sadoun, para nombrar a uno propio y supervisar todas las operaciones.
El nuevo equipo directivo deberá presentar un plan de salvamento que deberá obtener el aval del Parlamento francés y de la Comisión Europea. Según «Le Figaro», el banco tiene importantes activos sanos, por lo que posiblemente la operación no tenga coste para el contribuyente francés.