BBVA, entidad presidida por Francisco González, ha colocado 1.500 millones de euros en deuda subordinada a diez años, con opción de amortización total por parte del banco en el quinto año, que ha contado con una fuerte demanda, según fuentes cercanas a la operación.
En concreto, la emisión, que se fijó a un interés vinculado al «mid-swap» (el tipo de interés de este tipo de emisiones) más 255 puntos básicos, para dar un cupón del 3,5 %, recibió una demanda de unos 8.000 millones, y en ella participaron más de 450 inversores.
Aproximadamente, el 28 % de la inversión se ha colocado entre inversores con sede en el Reino Unido e Irlanda, mientras que un 14 % ha sido adquirido por capital procedente de la región del Benelux; un 13 % de Francia; otro 13 % de Alemania; y un 11 % de Italia. Además, otro 8 % ha sido colocado entre inversores procedentes de España y Portugal; un 5 % de Suiza; y un 4 % de los países nórdicos.
Por tipo de inversor, los principales compradores han sido los gestores de fondos, que han adquirido el 70 % de la emisión; seguidos de aseguradoras y gestoras de pensiones, un 19 %; bancos, un 4 %; y fondos de alto riesgo o «hedge funds», un 3 %.
El propio BBVA, Goldman Sachs, HSBC, ING, Societé Générale y UBS han actuado como entidades colocadoras de la emisión, que vence en 2014 y que tiene una calificación estimada de Baa3, BB+ y BBB.