Fuentes financieras han señalado que Banco Popular retrasará la constitución de su colchón anticrisis hasta rehabilitar su capital.
“Emitir este tipo de deuda con una ratio de capital de máxima calidad a carga plena que ha caído hasta el 8,17% resultaría carísimo”, explica un directivo de un banco de inversión.
En la actualidad, la banca española trabaja para llenar los diversos colchones de capital que las autoridades exigen para apuntalar su fortaleza.
La principal urgencia en estos momentos es la llamada deuda anticrisis, los instrumentos con capacidad para absorber pérdidas, que están llamados a permitir a la banca rescatarse a sí misma en caso de tropiezo y que no sean los contribuyentes los que tengan que pagar la próxima ronda.
Las entidades trabajan para emitir deuda subordinada a 10 años con el objetivo de reforzar su colchón de capital Tier 2, cuya principal cualidad es que asumen pérdidas cuando un banco pasa por problemas de solvencia.
Esta característica es la que hace que estos instrumentos sean más caros de emitir, porque los compradores asumen el riesgo de quedarse sin su dinero. Cuanto más floja esté una entidad en términos de capital, más cara será la emisión para ella, porque los inversores exigirán tipos de interés más altos para compensar el peligro.
Los expertos indican que con esta intención como prioridad, Popular apelará a la generación de beneficios, la reducción de los activos ponderados por riesgo, la venta de autocartera, la reducción de minusvalías en renta fija y la desinversión en negocios no estratégicos para rehabilitar su solvencia. Solo cuando tenga ese frente arreglado, mirará hacia el mercado de deuda.
“Popular tiene que resolver primero sus problemas con el activo”, asegura una fuente financiera. “Y cuando más retrase la venta de deuda en el mercado, mejor, porque en estos momentos le saldría muy caro”.