Goldman Sachs atribuye la «sorprendente» contención de la inflación en España en 2013 al impacto «más rápido y más profundo» de lo previsto que sobre la flexibilidad de los salarios ha tenido la reforma del mercado laboral.
A través de un informe, la entidad estadounidense reconoce que una inflación baja puede tener riesgos para una economía como la española «altamente endeudada y con demanda interna muy débil», aunque al mismo tiempo considera que es positivo para mejorar la competitividad internacional a través de la reducción de los costes laborales unitarios.
La inflación interanual se situó en noviembre en el 0,2 % y el Gobierno espera que haya terminado el año por debajo del 0,5 %.
Por otra parte, Goldman Sachs vuelve a reconocer que se equivocó con respecto a España, como ya hizo en su análisis del pasado mes de noviembre, y asegura que «por suerte» las autoridades españolas no pidieron el rescate de la economía, algo que la entidad había recomendado.
Hace un año el banco estadounidense pensó que era obvio que la economía española sería rescatada, mientras que ahora reconoce que se ha llevado a cabo «un importante ajuste» sin necesidad de que fuera impuesto por Bruselas como contrapartida a un programa de rescate.
«Se ha efectuado un ajuste fiscal agresivo en los últimos dos años que ha tenido como resultado una reducción importante del déficit, aunque aún quedan cosas por hacer para llegar a una posición fiscal sostenible en el medio plazo», afirma al respecto.
Asimismo, el banco destaca positivamente el superávit de la balanza de pagos y la mejora de la competitividad que ha impulsado una recuperación de las exportaciones.
El dinamismo de las ventas al exterior lo achaca en parte a se ha trasladado a España producción internacional para beneficiarse de los menores costes.