Bankia ha ganado un arbitraje contra la Sareb respecto a los bonos emitidos por el ‘banco malo’ para hacer frente al pago de ciertos activos transmitidos.
El tribunal de arbitraje ha concluido que el cupón trimestral de los bonos sénior de las Emisiones 2017-3 y 2018-1 debe quedar limitado al 0% y se extiende a las emisiones futuras de bonos Sareb cuando la fórmula de cálculo arroje un resultado negativo.
El riesgo de no ganar esta disputa era aproximadamente de 28,6 millones de euros para Bankia y de 3,25 millones de euros para BFA. Este coste cuantifica el impacto que tendría la rentabilidad negativa sólo para los bonos sénior emitidos en el año 2017.
Esta controversia trae causa en los bonos que emitió la Sareb para hacer frente al pago de activos financieros e inmobiliarios que se transmitieron al ‘banco malo’ en diciembre del año 2012 y en febrero del 2013 como consecuencia de la crisis financiera.
A su vencimiento, los bonos se han ido amortizando mediante la emisión por la Sareb de nuevos bonos en condiciones idénticas. Todos devengaban trimestralmente un cupón variable a favor de los bancos calculado sobre base del Euríbor a 3 meses, al que se adiciona un diferencial.
Sin embargo, la discrepancia surgió con la emisión de bonos sénior 2017-3 en diciembre de 2017, y con la emisión de bonos sénior 2018-1 en febrero de 2018, porque durante la negociación previa a la firma de los contratos de suscripción, Sareb asumió que las entidades se vieran obligadas a pagar una rentabilidad negativa por esos bonos como consecuencia de que el Euribor se encontraba en negativo.
En febrero de 2016, el índice se adentró en terreno negativo debido a la política ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) para impulsar la recuperación en la eurozona.
Los bancos afectados han explicado que la Sareb no había reclamado hasta este momento el cobro de un cupón para las emisiones anteriores a pesar de haberse efectuado en un escenario de tipos de interés por debajo del 0%.
Por esta razón, los bancos han negado que estén obligados a pagar cantidad alguna a la Sareb por la rentabilidad de las emisiones.