Francisco González, el presidente de BBVA, ha afirmado que crear un impuesto a la banca para financiar las pensiones, como propuso el PSOE, sería «distorsionante» para la economía, en el sentido de que se cargaría un tributo contra un sector y no contra el resto, y al final se trasladaría a los clientes.
«Soy muy mayor para escuchar estas cosas. Las he oído muchas veces en la vida en países más como Bolivia que en Europa«, ha señalado durante la presentación de resultados de la entidad, que registró un beneficio atribuido de 3.519 millones en 2017, un 1,3% más, tras el impacto de las minusvalías latentes de 1.123 millones de euros por su participación en Telefónica.
En todo caso, González ha apuntado que, ya que se habla de que la banca recibió ayudas, debería especificarse qué entidades las recibieron. «Son las cajas las que han tenido ayudas», ha sentenciado el presidente de BBVA.
El presidente del BBVA, también ha asegurado que no seguirá al frente del banco después de los 75 años, una edad que cumple en octubre de 2019, y por ello la entidad ya trabaja en un plan para abordar su sucesión. «El día que me vaya será triste para mí, pero de orgullo por todo lo que queda detrás», ha dicho el banquero en respuesta a una de las primeras preguntas de la presentación de resultados.
A renglón seguido, ha insistido en que su relevo no será una sorpresa, dando a entender que se apostará por alguien de la casa, al tener «un equipo francamente fabuloso». Hace dos años en Davos (Suiza), ha recordado, ya dijo que la edad de jubilación de la cúpula de la entidad está fijada en los 75 años, edad que cumple «el año que viene».