El Banco Central de Brasil ha decidido reducir a la mitad su oferta diaria de cobertura de divisas para apoyar a la moneda local y ha señalado que va a mantener su intervención en el mercado cambiario hasta el mes de marzo.
La entidad bancaria ha detallado en un comunicado que va a vender hasta 100 millones de dólares (82 millones de euros) en swaps cambiarios en subastas, que se realizarán de lunes a viernes, por debajo de los 200 millones de dólares (164 millones de euros) que ofrece hoy en día a inversores que buscan protegerse ante posibles pérdidas en el mercado.
Esta decisión se toma en momentos en que las monedas de los mercados emergentes están siendo afectadas por la caída de los precios del petróleo, preocupaciones sobre la desaceleración de la economía en China y la expectativa del alza de las tasas de interés en Estados Unidos.
El real brasileño sufrió una depreciación de 12,78% en el 2014, contribuyendo a un incremento de la inflación y obligando al Banco Central de Brasil a elevar aún más sus tasas de interés.
En la última sesión del año, el real cerró en 2,6575 por dólar, pero los economistas consideran que debería estar a más de 3 unidades por dólar si no fuera por la intervención del Banco Central.
Si bien es cierto que esto ha permitido al Banco Central a combatir la inflación, también ha creado distorsiones económicas al dejar a la industria local en desventaja competitiva frente a sus pares internacionales y aumentando el déficit de comercio y cuenta corriente.
Las subastas de swaps cambiarios datan del mes de agosto del año 2013, cuando se intentó estabilizar el tipo de cambio en Brasil. Sin embargo, en vez de frenar la volatilidad, el programa se convirtió en una herramienta del Banco Central para combatir la inflación.
Además de vender swaps cambiarios diariamente, el Banco Central de Brasil venderá dólares con acuerdos de recompra si necesita impulsar la liquidez en el mercado.