CaixaBank, presidido por Isidro Fainé, ha pasado a ser el segundo accionista de Bank of East Asia (BEA), al diluirse su participación en el banco con sede en Hong Kong cuando éste realizó una colocación privada de acciones en marzo, a favor de la entidad financiera japonesa Sumitomo Mitsui.
En esa operación, Sumitomo aportó 755 millones de euros y elevó su participación de 9,74% a 17,43%, lo que comportó la dilución del peso de CaixaBank de 18,77% del capital a 17,17%, dejando de ser el primer accionista.
El control del BEA sigue en manos de la familia Li, fundadora de este banco independiente -pese a que poseen menos de 10% de las acciones- y que tiene firmado un acuerdo estratégico con CaixaBank.
Según las cuentas del primer semestre de CaixaBank, su participación en la entidad asiática tiene un valor de mercado de 1.754 millones de euros. No obstante, tras la caída experimentada por el precio de las acciones en las últimas cuatro semanas de crisis bursátil en China, el valor de sus 448,8 millones de títulos ascendería a 1.390 millones de euros.
La venta privada del paquete de acciones a la firma japonesa Sumitomo es interpretado por los mercados como una operación de defensa ante posibles movimientos hostiles para hacerse con el mayor banco independiente de Hong Kong.
El fondo de inversión Elliot Advisors, que tenía un 2,5% del capital del banco, denunció que el último acuerdo tomado entre BEA y Sumitomo se había efectuado sin tener en cuenta otras opciones de capitalización que no habrían diluido las participaciones del resto de socios, por lo que demandó poder tener acceso a la documentación con la que se había avalado la documentación.