Banco Sabadell ha encargado a JP Morgan un sondeo de mercado para explorar la posibilidad de encontrar un socio para su gestora de fondos de inversión, Sabadell Asset Management, según fuentes financieras.
El presidente de la entidad, Josep Oliu, anunció durante la junta de accionistas celebrada en Alicante su intención de suscribir alianzas estratégicas para reforzar su capital.
«El foco de los próximos años va a seguir siendo el mantenimiento de un sólido nivel de capital a través de la generación de beneficios y, en su caso, alianzas estratégicas con socios de referencia que nos permitan optimizar el capital».
Sabadell ha puesto a la venta esta gestora de fondos, la quinta de España por activos gestionados con 16.000 millones en fondos de inversión y 1.900 millones en sicavs.
Las fuentes consultadas por Europa Press matizan que, más que la venta de la gestora, Sabadell estaría explorando alianzas estratégicas para mejorar el portafolio de productos, internacionalizar su oferta y mejorar la eficiencia del grupo.
Por ejemplo, en su negocio de seguros la entidad presidida por Oliu llegó a un acuerdo de este tipo en 2008 con Zurich por el que vendió a la compañía suiza el 50% del capital social de las filiales de su grupo asegurador por 750 millones de euros.
Esa alianza estratégica para desarrollar el negocio de bancaseguros en el mercado español se amplió en 2014 cuando Zurich se convirtió en socio exclusivo de la entidad para la venta de seguros de vida, generales y planes de pensiones en toda España.
Así, la intención de Banco Sabadell con este primer sondeo encargado a JP Morgan sería tantear el mercado en busca de un socio para Sabadell Asset Management que mejore la rentabilidad del negocio, con la adquisición de una parte que podría ser mayoritaria o minoritaria.
La filial de Banco Sabadell en Reino Unido, TSB, ha perdido su interés por continuar en la puja de los negocios de financiación de pymes de Royal Bank of Scotland (RBS), según han informado fuentes financieras a Europa Press.
TSB y otros bancos acudieron a la subasta de la mayor cartera de la que se tenía que desprender RBS, actualmente intervenida por el Gobierno británico, que fue adjudicada a finales de febrero a Metro Bank.
La crisis financiera de 2008 afectó gravemente a Royal Bank of Scotland, que para garantizar su supervivencia tuvo que recibir ayudas públicas que fueron aprobadas por Bruselas a cambio de un plan de reestructuración por el que la entidad debía desprenderse de su actividad de banca especializada en pymes.