La Santa Sede sextuplicó su déficit en 2020 hasta los 66 millones de euros por la pandemia del coronavirus, aunque la cifra estaba dentro de lo previsto.
El Vaticano ha creado una Ley de Contratos Públicos, para prevenir la corrupción y lograr ahorros en medio de un contexto marcado por el brote del coronavirus.
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, ha informado que cerró el ejercicio de 2016 con un beneficio neto de 36 millones de euros.
El Vaticano ha informado este fin de semana que congeló más de dos millones de euros por estar relacionados con casos de presunto blanqueo de dinero en 2016.
