La cumbre del G8 que comenzó ayer jueves y continúa hoy viernes está destinada a respaldar a los países árabes en su transición hacia la democracia. Los principales líderes mundiales deben ponerse de acuerdo para ayudar económicamente a Túnez y Egipto. La comunidad internacional teme que un fracaso de los dos pioneros de la llamada "primavera árabe" frenen las aspiraciones democráticas de otros países cercanos.