Cada vez son más las personas que toman la decisión de contratar un seguro de impago de alquiler para protegerse ante los posibles problemas que pueden surgir cuando se alquila un inmueble. Y es que, este tipo de seguros aportan no solo tranquilidad a los propietarios que los adquieren, también otras numerosas ventajas.
Son muchos los casos de morosidad que vemos a diario, tanto en los medios de comunicación como en nuestro entorno. Es ya habitual que un conocido nos hable de los problemas que le está ocasionando el alquiler de su inmueble o que incluso lo hayamos vivido en primera persona. Ante estas adversidades, el seguro de impago de alquiler se presenta como una buena solución.
En primer lugar, por la tranquilidad que ofrece de cara a recibir los pagos mensuales del alquiler. Al contratar un seguro de impago de alquiler sabemos que contamos con una garantía de que recibiremos la cantidad mensual acordada, aunque el inquilino cese los pagos.
Los posibles daños a la vivienda también quedan cubiertos. Si el inquilino realiza destrozos o comete cualquier acto vandálico en el inmueble, el seguro de impago de alquiler se hace cargo de compensar los gastos derivados de esos desperfectos, tanto a nivel de estructura como en el interior de la vivienda. De esta manera sabemos que nuestra propiedad estará protegida pase lo que pase.
La protección jurídica es otro aspecto a valorar. Cuando surgen problemas con el inquilino, muchos propietarios necesitan asesoramiento legal para saber cómo proceder. Al adquirir un seguro de impago de alquiler también se nos garantiza el servicio de defensa jurídica en caso de necesitarla, por lo que no tendremos que costearnos aparte este servicio, ya que, por lo general, está incluido dentro de la póliza.
Otra de las razones por las que merece la pena contratar un seguro de impago de alquiler y, quizás una de las más desconocidas, es que nos aporta ventajas fiscales. Según la compañía aseguradora Mutua de Propietarios, pionera en introducir en España este tipo de seguro, son muchas las personas que desconocen que el precio del seguro de impago de alquiler es un gasto deducible a la hora de realizar la declaración de la renta, lo que supone un ahorro importante para el propietario que lo contrata.