Fiat Chrysler Automobiles (FCA) espera que su nueva fábrica ubicada en Brasil mejore su rentabilidad en ese mercado para 2017. Así lo ha comunicado el presidente ejecutivo de la firma, Sergio Marchionne, después de que un recorte de subsidios y efectos cambiarios afectaran a las ganancias de FCA en Brasil durante el año pasado.
Tras una caída del 80 por ciento en su beneficio estructural en América Latina durante el último trimestre del 2013, FCA ha reducido su pronóstico de ganancias para el 2014.
El mercado brasileño solía aportar alrededor de un quinto de las ganancias de Fiat, y ayudaba a la compañía a compensar sus pérdidas en Europa. Sin embargo, al no ofrecer incentivos a las ventas de automóviles, el incremento en los costes de materiales y los efectos cambiarios, han afectado a la rentabilidad en la región.
«Estoy absolutamente convencido que para el 2017, que será el primer año de producción completa en la planta Pernambuco, retornaremos a márgenes de dos dígitos en Brasil», dijo Marchionne a periodistas en un evento del automóvil en Ginebra.
La fábrica de Pernambuco abrirá sus puertas en Brasil en 2015. Se tiene prevista la producción de los modelos que van de la mano con la demanda del mercado, entre ellos el Jeep Renegade, presentado por FCA en el evento de Ginebra, y cuya producción comenzó en una planta de Italia.
El ejecutivo de FCA se ha mostrado optimista sobre la recuperación del mercado en Europa, pero aclaró que se necesitan recortes de producción para que la recuperación tome impulso. Señaló además que «los temas de suministro continúan siendo un gran problema en Europa y solo los resolvimos parcialmente”.
Marchionne espera que una nueva estrategia enfocada en las exportaciones de automóviles de marcas de alta gama, como Maserati y Alfa Romeo, ayude a compensar la debilidad de la demanda en sus mercados tradicionales, especialmente en Italia. FCA presentará en el próximo mes de mayo un nuevo plan industrial que esbozará nuevos modelos e inversiones.
FCA surgió después de que Fiat tomara el control de Chrysler en enero, como parte de un acuerdo por 4.350 millones de dólares (3.166 millones de euros), creándose así el séptimo grupo automovilístico más grande del mundo.