Los líderes europeos celebraron hoy, por primera vez, una cumbre extraordinaria enfocada especificamente al crecimiento y al empleo, un tema que se ha vuelto especialmente controvertido en el actual contexto europeo, en donde muchos países se encuentran aplicando duros planes de austeridad. Los dirigentes de la UE reconocieron que la estrategia de recorte de gastos que hasta ahora se ha promovido «no es suficiente en si misma» para volver a activar la economía y el mercado laboral. Por tal razón, se han comprometido a crear planes nacionales para fomentar el empleo, con un especial hincapié en el desempleo juvenil.
En el caso concreto de España, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se comprometió a enviar una comisión especializada del ejecutivo comunitario al país, con la encomienda de reducir el porcentaje de jóvenes en paro, que es de casi el 50% y que se ubica como el más alto de la Unión Europea. «En ciertos países, como España, casi uno de cada dos jovenes dispuestos a trabajar se encuentra en el paro. Esto resulta inaceptable y supone una crítica terrible a nuestra actuación», remarcó el funcionario.
Además de España, los países que también recibirán la ayuda de una comisión serán Grecia, Irlanda, Portugal, Lituania, Italia, Eslovaquia y Letonia, por tener un porcentaje de desempleo juvenil mayor al 30%. «En las 11 semanas entre ahora y mediados del mes de Diciembre, los equipos de actuación tendrán que desarrollar planes concretos», ha explicado Barroso. Estos «equipos de actuación» estarán formados por el Gobierno, la patronal, los sindicatos y la comisión, y los planes serán financiados con «fondos nacionales y de la Unión Europea». En el caso de España, estos fondos son de alrededor de 10.700 millones de euros.
Barroso ha exhortado también a los gobiernos a ofrecerle a los jóvenes un empleo y una formación de calidad en un plazo no mayor a cuatro meses después de abandonar el sistema educativo.