El Senado de Estados Unidos ha aprobado este miércoles la ley conocida como “Promesa”, que busca reestructurar la deuda de Puerto Rico, que actualmente se eleva a más de 70.000 millones de dólares (62.984 millones de euros).
Con 68 votos a favor y 30 en contra, el Congreso ha dado luz verde a la legislación para solventar la crisis de la isla antes de que este viernes venza otro de los pagos de su deuda por 2.000 millones de dólares (1.799 millones de euros).
La Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que expresa que el texto no es perfecto, pero apoya su contenido porque no se ha logrado establecer otro acuerdo más afín al Gobierno. Se prevé que la ley sea promulgada por el presidente Barack Obama próximamente.
Reynaldo Benítez ha señalado en un comunicado que “después de meses de demora republicana y muchas decisiones difíciles, el Congreso por fin aprobó legislación para abordar la crisis económica y fiscal de Puerto Rico”.
Asimismo, Benítez ha indicado que a pesar de que a Reid le preocupan “medidas injustas” en relación al salario mínimo o la falta de protecciones para los jubilados, ésta “es la mejor solución a los problemas de la isla ya que le provee de las herramientas que necesita para salir de esta crisis”.
Con esta nueva ley, la junta de supervisión fiscal tendría la potestad de anular cualquier ley por parte del Gobierno de Puerto Rico que considere una violación de “Promesa”, y podría obligar al Gobierno a vender activos, fusionar agencias y despedir empleados gubernamentales, en caso de que sea necesario.