Este lunes, el Gobierno griego ha establecido un comité bancario dentro de la Oficina General de Contabilidad, que estará encargado de supervisar y autorizar transferencias transfronterizas bancarias en casos puntuales, según ha informado el Ministerio de Finanzas heleno a través de un comunicado.
El organismo autorizará aquellas transacciones financieras fuera del país que sean necesarias para «salvaguardar el interés público o social», lo que incluye, entre otras cosas, las transferencias para el pago de gastos médicos o farmacéuticos en el extranjero.
Esta comisión estará formada por cinco miembros de la Oficina y por representantes de la alta dirección del Tesoro público, el Ministerio de Hacienda, el Banco de Grecia, la Unión Griega de Banca y la Comisión de Mercados.
En concreto, las competencias del organismo incluyen las transacciones del Banco de Grecia, las autorizaciones de transferencias transfronterizas desde una cuenta abierta en una entidad de crédito que operan en Grecia y las transacciones a través de sistemas de compensación.
Las solicitudes para lograr el visto bueno a estas transacciones se deben presentar al Banco Comercial, que luego transferirá esta solicitud a la Comisión para su aprobación.
Las entidades bancarias de Grecia permanecerán cerradas hasta el martes, 7 de julio, aunque los ciudadanos griegos tendrán un límite de 60 euros diarios de retirada de efectivo en los cajeros automáticos.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, subrayó que los principios básicos de la UE son «la solidaridad a cambio de responsabilidad» y su capacidad de encontrar compromisos y rechazó la posibilidad de abandonarlos a corto plazo ante la crisis griega, porque Europa saldría perjudicada.
«Hay que luchar por esos principios; podríamos tal vez abandonarlos a corto plazo, decir sencillamente ‘cedamos’, pero a medio y largo plazo nos perjudicaríamos» al perder relevancia en el mundo, subrayó Merkel.